miércoles, 19 de agosto de 2009

La cultura de la transa: pan nuestro de cada día

Con muy buenas razones los legisladores en México son los que tienen la imagen social más negativa, peor incluso que la de los policías. Ayer salió a la luz otra perla de nuestra endémica corrupción institucionalizada y normalizada.

Vean la nota de El Universal sobre las transas que hacen los diputados con sus "prestaciones" para boletos de avión. Si es inaceptable que los diputadetes, que no son precisamente la crema, nata e inteligencia de la sociedad, tengan tantos privilegios, esto ya es el colmo: reciben boletos de avión siempre de primera clase y si no usan todo el monto al que tienen "derecho" como viáticos, reciben el equivalente en efectivo. Uno de los síntomas más claros de nuestro atraso social y degradación política es el sistema de privilegios de la clase política, que ha perpetuado los viejos fueros y las jeraquizaciones abusivas del poder, que se remontan a la colonia: una de las peores cosas de nuestra herencia hispánica. Nunca hemos vivido en una sociedad de ciudadanos iguales, ni en un auténtico estado de derecho. La perpetuación de los privilegios abusivos y del despilfarro de los recursos públicos, amén de la costumbre convertida en regla de oro de que los recursos públicos deben ser usados para los beneficios e intereses privados de los funcionarios en turno, constituyen verdaderos lastres que impiden el desarrollo de una sociedad democrática.

1 comentario:

  1. podríamos empezar subiendo de tono el descontento.

    las encuestas se han presentado y ellos saben que nadie los quiere. en las pasadas elecciones el voto nulo enseñó que no sólo a ellos (la anterior legislatura) sino al mismo concepto de diputado y demás funcionarios chácalas.

    ahora debería seguir una demostración más gráfica y, porque no, corrosiva y burlona. amén de lo que también se ha dicho: una "organización civil que exiga resultados bla bla"

    ResponderEliminar